Catherine,una chica de 16 años, se muda a Barcelona,allí tiene que empezar su vida de nuevo, conoce a mucha gente, y la vida la vuelve a poner a prueba, ella tendrá que saber seguir adelante y decidir entre decisiones que la pueden costar recuerdos.Al descubrir la muerte de su abuela, intenta hacer lo imposible para descubrir el secreto que ella se llevo consigo a su tumba. Anímate a leer esta historia donde el amor va mas allá de donde está escrito, donde soñar es solo un juego de niños y donde te invadirás del mundo real.
María.

miércoles, 26 de junio de 2013

Chapter 10.

El sol salía poco a poco, todavía se dejaba ver la antigua luna de aquella noche, con el sol, venían nuevos colores, brillantes y mágicos. Los animales corrían , y saltaban por aquel bosque inmenso,la hierba, aún mojada por el rocío escondía algún insecto entre sus hojas. 
En el balcón de aquella casa vieja, se despertaba una chica con pecas abrazada a él. Ella abrió los ojos poco a poco y observó su cuerpo abrazado a el de ese chico. Juntó su cara a la suya, y se quedó observando aquel bosque claro y especial. El aire frío de invierno, acariciaba su mejilla pálida y esta hacía acercarse más a él. El pestañeo de Catherine sobre la mejilla de Bayron ,le despertó. Bayron y Catherine se quedaron mirándose , tumbados ,uno sobre el otro.

-Eres tan diferente.- Catherine le sonrió.
-No lo sé, hay muchos así.- Respondió Bayron.
-Ninguno,creeme ,solo tú.
-No lo sé, tú has conocido a bastantes así.
-No, si te digo esto, es porque no hay nadie como tú, ni que se parezca un poco,ninguno.-Aquellas palabras sinceras se hicieron importantes para aquellos pensamientos.
Bayron sonrió.
-Te creo, enserio.
Bayron abrazó a Catherine contra él.

-Eres mágico.
-Te amo,de verdad.
-Pues creeme que como yo te amo, nunca lo va a hacer nadie.- Le confesó Catherine.
-Eres lo mejor del mundo entero-Bayron la sonrió y la besó- Solo quiero que seas tú cariño.
-¿Sólo yo?
-Solo tú para siempre.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.

Después de oír esas palabras, Catherine le abrazó con todas sus fueras, no quería separarse de él, quería estar toda su vida así.

El sonido de un teléfono se oyó a lo lejos.

-Bayron, te llaman.-murmuró Catherine cansada.
-Lo sé,pero no quiero despegarme de tí.
-Vete, y luego vuelves y seguimos- Catherine le guiñó un ojo.

Bayron se levantó  del suelo y se fué hacía dentro de la casa. Buscó el bolso de Catherine, donde ella se le había guardado, el teléfono seguía sonando, Bayron porfin le encontró, le encendió y toco la pantalla, pronto se le acercó a su oído.

-¿Si?
-Bayron, soy Mery, ¿estas con Catherine?
-Sí, ¿Porqué?
-¿Dónde estáis?
-En la vieja casa de su abuela ¿por qué?
-¡No! ¡rápido!, ¡salid de allí , iros lejos, muy lejos !
-¿Por...- Bayron no le dió tiempo a acabar cuando el móvil se le apagó.

-¿Qué le pasa a este chisme...?-se preguntó.
Bayron le dejó otra vez donde estaba, y de pronto oyó un grito por la parte donde estaba Catherine. Recordando las palabras de Mery, corrió a buscarla.

-¡CATHERINE!-Gritó. No se oía nada.
Al salir de nuevo al aquel balcón grande, y con barras oxidadas ,que algún día fueron blancas. Catherine estaba asomada tras ellas.

-¿Qué a pasado? -preguntó Bayron- Catherine, vámonos.
-No, no quiero irme, quiero quedarme aquí para siempre.
-Vámonos,ya volveremos.
Catherine apenas se sostenía, parecía cansada en aquella casa. Bayron pudo notar como poco a poco se caía y corrió a cogerla. Ella cayó en sus brazos, cada vez estaba más pálida. Bayron corrió hacía dentro de la habitación y buscó la puerta de aquella habitación, andó por aquel pasillo ,y con Catherine entre sus brazos bajó lo mas rápido posible por las viejas escaleras de aquella casa. Al llegar a la primera planta, intentó seguir las pequeñas pisadas que Catherine había dejado marcadas el día aterior, abrió esa gran puerta que ahora se caía a pedazos y corrió bosque a través ,con Catherine sobre el,hacía su audi a3 blanco. Sacó las llaves negras y abrió de un botón su coche, se acercó a la parte derecha y abrió la puerta, posó a Catherine suavemente sobre el asiento marrón, de cuero que tanto la gustaba a ella y la besó en la frente.
Rápidamente cerró esa puerta y corrió a la contraria, se subió, encendió el coche.

-Conmigo siempre estarás a salvo.- La dijo. Aunque ella apenas podía enterarse de lo que estaba pasando.

Pronto el coche abandonó aquel lugar, y dejó un montón de dudas en la cabeza de Bayron.